La cultura y los hechos que día a día acumulanos,los que nos dieron la formación; la direccionaron siempre para los demás.
Ahora esa sensibilidad para el otro, es mas dura que las piedras.
No importa el oficio o la dificultad y por miseras monedas lo vemos como necesidad resuelta.
Miramos lo macro de las cosas y todos vivimos en el micro.
Ese universo de humanos que tienen que vender los mejores años de su vida en cualquier latitud de este universo por cualquier mendrugo de pan es lo común y lo que menos importancia parece tener para los que definen nuestro horizonte.
Son mas las contradicciones y pocas realizaciones que le damos y permitimos en los demás ,ya es ley y costumbre.
Los dioses son ya prohibitivos y cambiantes,los hijos alejados y extraños , la miseria un reto por destruir ;solo con la venta de lo poco sublime que nos queda,la intimidad.
También tenemos calentamiento de rechazo por los otros hermanos,que importa.....
