Con la compañía de toda esta revolución electrónica,ya no queda elemento estático en la vida, a menos que las neuronas se nieguen a moverse.
Cada vez estamos mas inmersos en todas aquellas interacciones de radio-cámara-Internet-chat-e-mail... y no hay tiempo mas,que tratar de saber,que falla o no falla y si estoy del lado virtual.
Me integro a la naturaleza,sus animales,su entorno y veo que a pesar de tantas lamentaciones,siempre concierten su entorno y a mas que su dueño los limite,cumplen su destino.
Nos preocupa mas todos esos dispositivos, no son mas que evoluciones de elementos primarios adaptados a la electrónica , mejorados en sus cualidades.Pero ninguno de ellos es distinto o produce una sensacion diferente a su origen.
Estamos mas pendientes de su eficiencia,de sus poderes,de su novedad , le perdemos horas de vida para tenerlos como compañía y olvidarlos pronto porque no resisten esta continua evolución.
Nuestro mundo humano,tan a la par de copiarle a la maquina,se integra a la instrumentación electrónica y es poco lo que queda a menos que me revele contra la superficialidad y la apariencia del otro ,por tratar de parecer lo que no es.
Al amar la lectura,la conversacion,lo que es el otro aparece ese misterio añorado ,de lo que existe y no muere o se niega a desaparecer,porque hay seres que lo tienen como prioritario y están inherentes a cada uno de nuestros órganos.
Porque, la hilaridad de la palabra al sentimiento,a la imagen,no la puden matar aquellos que se creen amigo,sin conocerse porque se hacen amigos virtuales.
Porque el intercambiar imagenes,sin sentir su procedencia o solo porque muestran el ultimo momento que departimos en medio del alcohol o las luces fosforescentes de esa ultima rumba en medio de estraños,es lo que queda para el futuro.
Pero ver esos atardeceres,sus rayos,sus pajaros,quedaran en la retina para los años de decrepitud o silencio.
Ver aquellos que nos acompañan en vida.sus mascaras,sus sonrisas,sus agonías , sentirlos propios y saber que están allí , no en lo virtual,reconforta al corazón.
Poder saber y sentir en el alma,,los besos,las ternuras ,de los que se quieren ,están presentes y no se añoran en las tardes virtuales, juegan con la voz o la imagen de lo supuesto.
Ese atardecer que muere entre los brazos,donde desfilan los duendes afectivos y las imagenes de aquellos que mantienen nuestras vidas.