Y como un abrir y cerrar de ojos ,todo a desaparecido.Nos hemos uniformado a creer que somo las nuevas culturas,las nuevas bandas urbanas;donde las normas y los parecerse no son necesarios para la emoción cotidiano.
Esa madre permite que su hija penetre los caminos sin retorno a la venta de su cuerpo, la agonía del consumo; la pobreza del momento, algo se podrá comprar con lo conseguido por ella;un suceso mas del noticiero de moda.
Una tras otra cita sera su destino.Es costumbre aceptarlo como trabajo honroso,si en otras latitudes hace parte de la vida ;aquí no podemos estar desactualizados.
Hay derechos de pagar la educación,la comida o a ser alguien en la venta cotidiana de las ilusiones;para aquellos que tienen el poder a la distorsión en la palabra o las compras de las almas .
Comunes e inconscientes, la inesistencia de razones propias para darle a sus cuerpos el giro a lo oscuro;ya tenemos derecho a comprar la amistad,es lo que nos da la ley del consumismo en la libertad moderna.
No pensamos en el pasado o el futuro,solo presente en la arrogancia de lo innecesario hecho necesario,aunque no quede nada para los recuerdos.
Y si cada sociedad globalizada necesita y paga por lo mio ,ese sera el valor con derecho a comerciarlo y vivirlo.
Los orgullos de ser ya son no ser, se es objeto por un mendrugo de pan,desaparezco en no ser porque lo dictaminan las normas de ser objetos.
El,ella o los otros; no somos mas que parte del mecanismo de ser usados y ser dejado para iniciar la cadena del no reuso presente.
Nos movemos como viento,como olas a la casa de volver objetos; a los seres que ya no tienen alma porque el otro mundo las compro.
